Cada Fraternidad de Agustinos Seculares tiene su misión al servicio de la Iglesia en su propio ambiente basada en una vocación cristiana, comunitaria y misionera. La misión toma en cuenta las siguientes dimensiones:
La Espiritualidad Agustiniana:
Grandeza y limitación del ser humano: la vida como búsqueda
La interioridad
El amor y la comunión
La conversión
La oración
El Cristo Total, fundamento de unidad y solidaridad
La Iglesia
El compromiso con el mundo: la justicia, la paz y la solidaridad
El diálogo con la creación
Afirmación sobre la Espiritualidad Agustiniana:
El primado de Jesucristo en la espiritualidad agustiniana
El alma de la espiritualidad agustiniana
La espiritualidad agustiniana se nutre en la Biblia
La espiritualidad agustiniana convoca a la conversión
La espiritualidad agustiniana privilegia la oración
La espiritualidad agustiniana está al servicio de la evangelización
La espiritualidad agustiniana es eclesial
Elementos Básicos de Una Fraternidad Agustiniana
Vocación cristiana
Vocación comunitaria
Vocación misionera
Señas de Identidad de una Fraternidad Agustiniana Secular
Comunidad cristocéntrica
Comunidad que estudia la Biblia
Comunidad orante y celebrativa
Comunidad fraterna y solidaria
Comunidad agustiniana
Familia Agustiniana en programa Capitular 2001 - 2006
C-3. La Familia Agustiniana (Cf. CC 44), además de verse acrecentada con el aumento de vocaciones religiosas en diferentes lugares del mundo, ve con ojos de satisfacción el surgir de fraternidades laicales. Descubrimos, de este modo, que es posible mirar hacia el futuro con esperanza porque la espiritualidad de san Agustín es nuestra mejor tarjeta de presentación.
C-4. Es claro que se impone un ajuste conceptual y una planificación comunitaria para canalizar nuestro trabajo en los próximos años. No se trata de una actividad puramente técnica, sino de la justificación de unas opciones que hoy aparecen como prioritarias en muchas de nuestras asambleas.
C-5. Quienes componemos la Familia Agustiniana no podemos sustraernos de manifestar una fraternidad ejemplar interna, abierta a todos los Institutos de vida consagrada y Sociedades de vida apostólica (Cf. VC 52) y de reconocer que “ha comenzado un nuevo capítulo, rico de esperanzas, en la historia de las relaciones entre las personas consagradas y el laicado” (VC 54).
C-6. En este contexto, el rostro de la Orden se ve agraciado con la pertenencia de las hermanas contemplativas (Cf. CC 45). “En nosotros ejercen la vida apostólica y nosotros en ellas ejercemos más asiduamente la vida contemplativa” (CC 45). Estas hermanas, como todas las mujeres consagradas, son un signo de la ternura de Dios hacia el género humano (VC 57) y su aportación a la vida de la Orden, así como la presencia de otras Congregaciones con sus carismas, es insustituible.
CRITERIOS:
a) La Familia Agustiniana se siente depositaria de una espléndida herencia que ofrece a la humanidad y a la Iglesia. En un mundo cada vez más global, la Familia Agustiniana se presenta como signo de comunión y de unidad en la diversidad.
b) Los agustinos, los monasterios femeninos que se levantan en distintas naciones, las Congregaciones religiosas con las que compartimos una misma espiritualidad y las múltiples Fraternidades que agrupan a un número considerable de laicos en todo el mundo, constituyen el patrimonio más preciado de la Familia Agustiniana.
c) Nada hay que signifique superioridad o excelencia sobre los demás modos de vida cristiana. Somos uno por la caridad, muchos por el número (Cf. In Ps. 101,1,18). La única polarización o sello peculiar, es la singularidad de cada vocación. “Existe una auténtica igualdad entre todos en cuanto a la dignidad y la acción común a todos los fieles en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo” (LG 32).
DETERMINACIONES
C-10. Los Superiores de las circunscripciones fomenten la creación y funcionamiento de Federaciones, Uniones y Conferencias agustinianas, tal como ya existen en distintos lugares, para divulgar nuestra espiritualidad y promover iniciativas pastorales y culturales comunes. Establézcanse vínculos de relación y colaboración con otras ramas agustinianas, como OAR y OAD y sus respectivas Familias.
C-11. El Capítulo General manifiesta su voluntad de acompañamiento a nuestras hermanas las agustinas contemplativas, ofreciéndoles la ayuda que puedan necesitar en este tiempo de cambio y renovación. El Consejo General se mantendrá en contacto con ellas para prestarles la ayuda oportuna según sus deseos.
C-12. El Capítulo General, en línea con la decisión del CGO de 1989 (n.28) y la experiencia de los últimos años, respalda la continuidad y consolidación del Secretariado para los laicos como instrumento al servicio de la comunión y la corresponsabilidad en la Familia Agustiniana, desde el ámbito laical.
C-13. El Secretariado para los laicos elaborará, con la colaboración de las personas adecuadas, un programa de formación agustiniana para los laicos y preparará, con ellos, los subsidios que garanticen un estudio gradual y sistemático del pensamiento de san Agustín y de la espiritualidad agustiniana.
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